La Chica Jueves: Sara Guillén, 23 años
Guiada por el sueño de convertirse en veterinaria, Sara Guillén ha sido una joven líder que ha dejado huella positiva en el Noroeste de Arkansas a través de los años.
De padres salvadoreños, Sara Guillen nació el 2 de julio de 1993 en Los Ángeles, pero se mudaron a Siloam Springs hace ocho años.
Sara estuvo muy activa en la Universidad de Arkansas, donde se tituló en mayo como licenciada en ciencias animales.
Siendo parte de LULAC, fungió como presidenta y tesorera del club universitario y fue fundadora de la recaudación de fondos para el Día de los Muertos de 2013.
También fue voluntaria en el Refugio de Animales del Condado de Washington en 2013, donde organizó eventos para fomentar la adopción de las mascotas.
Acaba de dejar dos trabajos — su posición como asistente de veterinaria en la clínica de Servicios Veterinarios Hancock, además de su rol en el Programa de Enriquecimiento Académico en la UA.
Esto porque recientemente se mudó a Baton Rouge, Louisiana, donde comienza sus estudios para titularse como doctora en medicina veterinaria, en la Universidad Estatal de Louisiana — LSU.
Sí. El odiado rival de los Razorbacks de Arkansas.
Pero eso no importa tanto como el hecho que Sara se perfila para ser una veterinaria exitosa, un ejemplo para la comunidad latina, por lo cual fue fácil nombrarla la Chica Jueves.
¿Cómo te defines como chica moderna?
Aunque mis padres siempre me han motivado a ser una mujer independiente, por otra parte en mi cultura todavía se encuentra una sutil expectativa que como mujer debo poner mi enfoque en crear una familia y aprender a ser una perfecta ama de casa.
Por ejemplo, se ve este estereotipo cuando las chicas jóvenes no dejan oficialmente sus hogares hasta que estén casadas, y esto para muchos se ve como un gran éxito.
Mis padres me enseñaron un poco diferente.
Me enseñaron que el éxito se mide por mi educación, mi fuerza, mi independencia y mi perseverancia.
¿Qué tan importante es tu bilingüismo?
Ser bilingüe es muy importante no sólo porque abre muchas puertas y oportunidades, sino porque el lenguaje es un componente clave de nuestra cultura.
Al hablar más de dos idiomas, somos capaces de crear un puente entre las culturas. Además, al ser uno de los muchos de la primera generación de niños nacidos en EEUU, somos la generación de la traducción.
Somos el puente para asegurarnos de que ambas culturas se entiendan entre sí y sean capaces de mantener una conversación.
Por ser bilingüe somos responsables de la unión entre nuestras culturas.